
Originalmente, los mandalas son un arte milenario que permiten llegar a la meditación y a la concentración a través del dibujo, para exprimir nuestra propia naturaleza y creatividad.

Los monjes vierten millones de granos de arena de colores desde el centro hacia las orillas, simbolizando el nacimiento.
Una vez acaban, deshacen el mandala barriendo la arena desde las orillas hacia dentro. Este nuevo acto simboliza la muerte.

Después los monjes acuden
a un río, lago o mar y allí vierten la arena con el fin de difundir la energía curativa del mandala a todo el mundo. Este proceso simboliza la continuidad de la vida y transmite la filosofía oriental del desapego hacia lo material.


Fuentes:
Huyser, A (2006). El libro del trabajo de los mandalas para el descubrimiento de uno mismo. Ediciones Obelisco.
Küstenmacher, M y W (2010). Energía y fuerza a través de los mandalas. Ediciones Obelisco.
Guerini, S (2011). Mandala Intuitivo. (Blog). Recuperado el 10/07/2014 de
http://mandalaintuitivo.wordpress.com/
Gutierrez, E (2004, enero). Pintura meditativa, una forma de arteterapia
(en linea). Recuperado el 20/06/2014 de http://www.arteterapiahumanista.com/Referencia%205.htm