El 25 de febrero realizamos el mágico taller: Escenarios del yo.
En esta ocasión los niños y niñas
tuvieron la posibilidad de interactuar con su imagen proyectada.
La entrada en escena convertía en cuestión de segundos a nuestros niños en actores que llevaban a cabo su intervención con un compañero muy especial: su propio reflejo.
No faltaron las risas ni las bromas y mediante el juego fueron surgiendo historias fantásticas y de lo más dispares: Un dinosaurio queriendo comerse a un niños, una pintora que se resbala con la pintura derramada en el suelo, una planta que crece rápidamente al regarla, un picnic bajo las estrellas, maneras de molestar a tu compañero de piso, un partido de fútbol, un concierto con sus fans, la lucha de un pirata o la historia de una niña traviesa fueron algunas de las historias surgidas.
Como dice Vigotsky todo espectáculo debe organizarse de tal manera que los niños y niñas perciban que representan para sí mismos, para que se interesen por el curso de la actuación y la trama y no por los resultados finales. Es por ello que se procuró un entorno en el cual pudiesen experimentar la mayor satisfacción en la preparación del espectáculo y en el proceso de su representación y no en el éxito o los aplausos finales.
La performance y el teatro son de los mejores medios creativos para que el niño se construya desde el sí mismo, desde la autonomía propia del niño y mediante el juego. De esta manera no habrá mucha distinción entre teatro, performance y vida.
Lo interesante del taller fue el hecho de que los niños pudiesen jugar con ellos mismos y establecer un diálogo metafórico mediante el cual expresar la emoción de ese momento.
La entrada en escena convertía en cuestión de segundos a nuestros niños en actores que llevaban a cabo su intervención con un compañero muy especial: su propio reflejo.
No faltaron las risas ni las bromas y mediante el juego fueron surgiendo historias fantásticas y de lo más dispares: Un dinosaurio queriendo comerse a un niños, una pintora que se resbala con la pintura derramada en el suelo, una planta que crece rápidamente al regarla, un picnic bajo las estrellas, maneras de molestar a tu compañero de piso, un partido de fútbol, un concierto con sus fans, la lucha de un pirata o la historia de una niña traviesa fueron algunas de las historias surgidas.
Como dice Vigotsky todo espectáculo debe organizarse de tal manera que los niños y niñas perciban que representan para sí mismos, para que se interesen por el curso de la actuación y la trama y no por los resultados finales. Es por ello que se procuró un entorno en el cual pudiesen experimentar la mayor satisfacción en la preparación del espectáculo y en el proceso de su representación y no en el éxito o los aplausos finales.
La performance y el teatro son de los mejores medios creativos para que el niño se construya desde el sí mismo, desde la autonomía propia del niño y mediante el juego. De esta manera no habrá mucha distinción entre teatro, performance y vida.
Lo interesante del taller fue el hecho de que los niños pudiesen jugar con ellos mismos y establecer un diálogo metafórico mediante el cual expresar la emoción de ese momento.